martes, 12 de mayo de 2009


Hoy que regresas y pides perdón, sufre el desprecio de este corazón que una vez por ti se destrozo. Hoy que te nace volverlo a intentar, sufre mi rencor y vete a volar porque entre tu y yo no hay mas que hablar. Sufre el dolor que te entrega la vida por hacerme mal, sufre a diario este castigo que aprendí a sufrir contigo. Sufre esta condena que yo tuve que aguantar desde el mismo momento en que me confesaste que un día de otro querer te enamoraste. Sufre, en lo mas hondo de tu alma sufre, siente la daga de mi espalda y sufre. Tan solo piérdete en la nada, que hoy tu fuego es poca llamarada.

No hay comentarios: